TERAPIA ONLINE: VENTAJAS Y DESAFÍOS

Pero como todo en la vida, este nuevo formato también trae consigo retos que vale la pena analizar.
La terapia online o psicoterapia virtual es un proceso de acompañamiento psicológico que se realiza a través de plataformas digitales como videollamadas, chats, llamadas telefónicas o incluso aplicaciones especializadas.
Aunque este formato no es nuevo, su auge llegó con fuerza a raíz de la pandemia Covid, y desde entonces se ha mantenido como una opción preferida por muchos.
✅ Accesibilidad geográfica: personas que viven en zonas rurales o alejadas pueden acceder a atención profesional sin necesidad de desplazarse.
✅ Comodidad y privacidad: al estar en casa, muchas personas se sienten más relajadas y seguras durante las sesiones.
✅ Ahorro de tiempo y dinero: no hay que desplazarse, ni preocuparse por el tráfico o por encontrar estacionamiento.
✅ Mayor disponibilidad de horarios: se facilita encontrar momentos para la sesión en medio de agendas ocupadas.
✅ Continuidad del tratamiento: incluso durante viajes o mudanzas, el proceso terapéutico puede continuar sin interrupciones.
⚠️ Problemas técnicos: una mala conexión a internet puede interrumpir el proceso y afectar la calidad de la sesión.
⚠️ Menor lectura del lenguaje corporal: algunos gestos o señales emocionales pueden pasar desapercibidos en una pantalla.
⚠️ Falta de privacidad en casa: no todas las personas cuentan con un espacio tranquilo y privado para hablar libremente.
⚠️ Relación terapéutica más distante (en algunos casos): para ciertas personas, la conexión emocional puede sentirse menos intensa.
⚠️ No siempre es adecuada para todos los casos: situaciones de crisis severa o emergencias psicológicas requieren atención presencial inmediata.
La evidencia científica respalda su efectividad. Diversos estudios han demostrado que la terapia virtual puede ser tan efectiva como la presencial en el tratamiento de problemas como la ansiedad, la depresión, el estrés, los duelos y los trastornos adaptativos.
La clave está en la calidad del vínculo terapéutico y en el compromiso del paciente, más que en el medio por el cual se da la interacción.
El psicólogo que ofrece terapia online no solo debe tener competencias clínicas, sino también habilidades tecnológicas y éticas.
Debe garantizar la confidencialidad, crear un ambiente virtual seguro, y adaptarse a las necesidades del paciente con creatividad y sensibilidad.