SALUD MENTAL EN ADOLESCENTES EN GUATEMALA

17.05.2025

En los últimos años, hablar de salud mental se ha vuelto cada vez más común. Sin embargo, cuando se trata de adolescentes, sigue siendo un tema que muchos prefieren evitar. Ya sea por desconocimiento, por miedo al qué dirán o simplemente porque no se le ha dado la importancia que merece.


Las cifras hablan... aunque no queramos escucharlas
Entre enero y julio de 2023, el Ministerio de Salud reportó más de 34 mil casos de personas diagnosticadas con algún trastorno mental o de comportamiento. De ese total, casi el 40% eran menores de 19 años. El grupo más afectado: adolescentes entre 15 y 19 años.
Y si eso ya suena preocupante, hay más. En 2022, el 57% de los suicidios registrados en el país fueron cometidos por jóvenes de entre 11 y 30 años. Duele leerlo, pero es necesario. No estamos hablando de estadísticas lejanas, sino de hijos, hermanos, estudiantes, amigos.


¿Por qué está pasando esto?
Hay muchas razones. La violencia, los abusos, la discriminación, la pobreza… son parte del día a día para muchos jóvenes. A eso se le suma el poco acceso a servicios de salud mental y el estigma que todavía existe alrededor del tema. Decir "voy al psicólogo" todavía se malinterpreta. Hay quienes lo ven como señal de debilidad, de locura o de exageración.

Una encuesta reciente de U-Report reveló que el 38% de los jóvenes en Guatemala ha sentido ansiedad. El 22% ha pasado por depresión. Y lo más alarmante: un 41% no ha buscado ayuda. ¿Por qué? Porque piensan que nadie los va a entender. Porque temen ser juzgados.

  • Campañas como #DIME (impulsada por UNICEF) buscan romper el silencio, invitando a los jóvenes a hablar, a conectar, a pedir ayuda.

  • El Ministerio de Salud lanzó una política nacional de salud mental que busca mejorar la atención, llevarla a más lugares del país y hacerla más accesible.
  • Organizaciones como World Vision y el Colegio de Psicólogos de Guatemala están capacitando a más profesionales para que puedan atender a niños y adolescentes desde un enfoque más humano y cercano.


¿Qué podemos hacer nosotros?
A veces pensamos que estos temas son cosa del gobierno o de las organizaciones grandes. Pero la verdad es que todos podemos hacer algo, desde donde estamos:

  • Escuchar sin juzgar. A veces, lo que un joven necesita no es un consejo, sino alguien que lo escuche de verdad.
  • Fomentar espacios seguros. En casa, en la escuela, en redes sociales… donde sea. Lugares donde los jóvenes puedan expresarse sin miedo.
  • Educar emocionalmente. Enseñar desde pequeños que sentirse triste, ansioso o confundido no es algo malo. Que las emociones son humanas y que se pueden manejar con ayuda.
  • Apoyar las iniciativas locales. Participar, donar, compartir información… todo suma.
  • La salud mental no debería seguir siendo un lujo o un tema tabú. Mucho menos cuando se trata de nuestros jóvenes. Estamos a tiempo de cambiar el rumbo, de ofrecerles un futuro donde pedir ayuda no sea motivo de vergüenza, y donde vivir con bienestar emocional sea un derecho, no una excepción.


💬 ¿Qué opinas?
¿Conoces a alguien que esté pasando por algo parecido? ¿Te ha tocado de cerca esta realidad? Te invito a dejar tu comentario, compartir tu experiencia o simplemente sumarte a la conversación. Porque hablar también sana.

© 2025 Clínica Psicológica Lcda. Dana Rivera Tejeda
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