PENSAMIENTOS QUE CALMAN

22.06.2025

Hay días en los que el mundo parece demasiado ruidoso, ¿verdad? Todo pasa tan rápido que cuesta encontrar un lugar —interno o externo— donde sentarse un rato en silencio. Y es ahí donde los pensamientos se vuelven protagonistas: pueden ser nuestros mejores aliados o nuestros peores saboteadores.
Pero hay algo hermoso en el poder de la mente: también puede ofrecer refugio.


🌿 ¿Qué es un pensamiento que calma?
No es una fórmula mágica ni una frase de cajón. Es más bien una idea que, cuando la piensas, no te aprieta el pecho. Un pensamiento que respira contigo. Que te recuerda que no todo está perdido. Que, aunque hoy sea difícil, ya has sobrevivido a días peores.
Pensamientos que calman no son negación de la realidad. Son anclas. Son maneras de sostenerse cuando el piso se mueve. Son esas palabras que uno mismo se dice —a veces sin voz— para no quebrarse del todo.


✨ Algunos ejemplos reales
Aquí van algunos pensamientos que han ayudado a muchas personas en terapia. No son mantras ni promesas, son recordatorios suaves:"No tengo que resolver todo hoy.""Puedo sentir esto sin que me destruya.""Ya he estado mal antes… y he salido adelante.""Solo necesito respirar. El resto puede esperar.""No soy mis pensamientos. Solo los estoy escuchando pasar."

💬 ¿Por qué funcionan?
Porque nos traen al presente. Porque en lugar de luchar contra la ansiedad o la tristeza, nos invitan a sentarnos junto a ellas sin juicio. A veces, lo que más calma no es tratar de huir del malestar, sino decirle: "Te veo. Puedes estar aquí, pero no mandarás tú."


🧩 Cómo construir tus propios pensamientos que calman
Piensa en lo que te dirías a ti mismo si fueras tu mejor amigo.
No esa voz dura que te juzga, sino la que querrías escuchar cuando no puedes más.Evita palabras absolutas.
En lugar de "todo estará bien", tal vez suene más real decir: "No sé cómo, pero voy a seguir."Conéctalos con tu cuerpo.
Un pensamiento que calma se siente. Si lo dices y no hay alivio, busca otro. Tu cuerpo te dirá cuál sirve.

🌧 Cuando nada parece calmar…
Hay momentos en los que ni el pensamiento más noble alcanza. Y está bien. En esos días, más que buscar calma, basta con buscar compañía. Un mensaje, una mirada, un abrazo, o incluso el simple hecho de nombrar lo que duele.


Recuerda: no tienes que cargar con todo tú solo. Los pensamientos pueden ser herramientas, pero no sustituyen la conexión humana.


Al final del día, los pensamientos que calman no eliminan el dolor. Pero sí lo hacen más llevadero. Y a veces, eso es más que suficiente para seguir adelante.

© 2025 Clínica Psicológica Lcda. Dana Rivera Tejeda
Creado con Webnode
¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar